Calle el Placer Oe11-271 (ingreso peatonal). Calles Bolívar y Rocafuerte (ingreso peatonal y vehicular).
TELÉFONOS: 2 511 100 / 2 511 101
CORREO ELECTRÓNICO:
HORARIOS:
Martes a domingo e 09h00 a
17h30 (ingreso a las exposiciones hasta las 16h30)
PRECIOS:
PRECIOS:
Adultos 3,00USD/Estudiantes 2,00USD/Niños(hasta 12 años)1,00USD/Tercera edad 1,00USD/Personas con discapacidad, sin costo
Niños(hasta 12 años):

Su estructura metálica y de vidrio
de 2.365 m2 de construcción. Las vertientes de agua que bajaban
del Pichincha servían para las purificaciones rituales previas a toda
ceremonia religiosa.
Los nativos se bañaban en ellas y luego, haciendo reverencias al Sol, entraban en los templos. Según consta en algunas crónicas como el acta de cabildo de 1.537, en este sitio tuvo el Inca sus casas de placer y sus baños reales.Por esta razón se originó el nombre de "El Placer", barrio tradicional asentado en esta loma y siempre ligado al agua.
Los nativos se bañaban en ellas y luego, haciendo reverencias al Sol, entraban en los templos. Según consta en algunas crónicas como el acta de cabildo de 1.537, en este sitio tuvo el Inca sus casas de placer y sus baños reales.Por esta razón se originó el nombre de "El Placer", barrio tradicional asentado en esta loma y siempre ligado al agua.

Para el siglo XIX, se sabe que las
edificaciones ubicadas en esta zona eran consideradas casas de campo de las
familias ricas de Quito. Holinski (1851) describe la villa de la familia
Valdivieso, “semejante a las casas italianas” (Holinski, 1960). Ello nos lleva
a pensar que para entonces, ésta también era una zona de esparcimiento y
placer.
Ya para el período republicano,
muchas de las zonas altas de la ciudad que se extendían sobre el Centro
Histórico, albergaban sitios de placer: pistas de baile, casas de citas,
prostíbulos, fondas y cantinas, “templos de la vida licenciosa de la ciudad”.
En la literatura ha quedado plasmada esta función del barrio.
Actualmente, ha cobrado una nueva
connotación el nombre de este barrio, al incorporarse Yaku, Parque-Museo, para el
placer del conocimiento, valoración y disfrute del líquido de la vida: el agua.
La Chorrera del Pichincha fue
tradicionalmente un sitio de atracción y diversión, paseo obligado de los
jóvenes de la ciudad El Placer era el paso para los grupos de visitantes que
llegaban a este paraje de esparcimiento natural, muy concurrido durante todo el
año, especialmente los fines de semana. Más tarde, en la primera década del
siglo XX, al construirse los tanques de purificación, los habitantes de la
ciudad organizaban paseos para conocerlos.

Su fondo está constituido por 2400 títulos, de los cuales, 2000 corresponden a libros y revistas especializadas, y 400 a audiovisuales. Ingresa a nuestra base de datos y visítanos si deseas consultar, leer y fotocopiar los libros Los recorridos por el Parque Yaku han sido dispuestos en tres ejes que se caracterizan por sus actividades lúdicas e interactivas.
Agua Viva: el primer eje,
dedicado a la temática, el cual trata sobre la composición química y las
características liquido vital
Agua que Crea: el área
denominada es el segundo recorrido, el cual destaca la importancia biológica.
Nuestra Agua: el tercer eje corresponde a la zona la cual muestra la relación entre el agua y el ser humano.
Nuestra Agua: el tercer eje corresponde a la zona la cual muestra la relación entre el agua y el ser humano.
Salón de hacer burbujas: en el
Parque-Museo del Agua todo es novedoso y divertido, donde los niños pueden
interactuar realizando burbujas, la máquina de hacer tornados.
Iluminación nocturna: otro de los atractivos es la de la edificación de Yaku con una iluminación que se le puede visualizad desde el centro de la ciudad.
Iluminación nocturna: otro de los atractivos es la de la edificación de Yaku con una iluminación que se le puede visualizad desde el centro de la ciudad.

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